Cuando un coche tiene una avería o un fallo, en el cuadro de instrumentos aparecen varios testigos luminosos, de color blanco, azul, amarillo, rojo, verde o naranja, dependiendo de su color nos dan una pista de lo que puede suceder.
A continuación, te enseñamos el significado de cada uno.
En ocasiones, podemos saber que le ocurre al coche porque su comportamiento es raro o distinto al habitual, pero en otras ocasiones lo sabemos porque uno de los testigos luminosos se enciende y nos alertan de posibles fallos.
Es importante conocer el significado de cada uno de los luminosos ya que de ellos depende que lo puedas arreglar lo antes posible.
Estos testigos también los podemos clasificar según su nivel de peligrosidad:
- Si la luz es roja nos indica que es grave, y deberíamos detener el vehículo (de forma segura) lo antes posible.
- Si la luz es amarilla o ámbar nos indica que hay un fallo en el sistema.
- Si la luz es verde, azul, blanco, etc y no es ni roja ni ambar, nos esta dando una información del vehículo, pero no es ninguna avería y, por lo tanto, no tenemos por qué detener el coche.
¿Cómo saber si el testigo es de un fallo de motor, del aceite o algún otro elemento?
No existe una ley que obligue a que todos los fabricantes tengan el mismo tipo de luces de avería o información en el coche, por lo que es importante que miremos el manual del fabricante para conocer cada uno de ellos.