Consejos para el mantenimiento de un coche diésel

Los motores diésel pueden ser más complicados de lo que a priori parecen. Sobre todo, los más modernos, que incluyen sistemas como el filtro de partículas o la inyección directa. Todos estos mecanismos que diferencian a los diésel de los vehículos de gasolina necesitan unas revisiones muy concretas. Para prevenir reparaciones costosas, toma nota de estos consejos para el mantenimiento de un coche diésel.

Calienta el motor

Este consejo sirve también para los coches de gasolina, pero es especialmente importante en los motores diésel. Cuando cogemos el coche después de que haya estado varias horas parado, es necesario esperar unos segundos al ralentí antes de empezar a circular. Si el motor está frío, la bomba de aceite no ha tenido suficiente tiempo para calentarse y no puede lubricarlo. Circular con el motor en frío puede acarrear problemas muy caros de solucionar. Arranca y espera unos 10 o 15 segundos antes de poner el coche en circulación.

No te la juegues con el cambio de aceite

Siempre es recomendable hacer caso a las instrucciones del fabricante en cuanto al tipo de aceite que necesita el coche. En los motores diésel, mucho más si cabe. No olvides realizar el cambio de aceite cuando está indicado en el manual de mantenimiento, y no te la juegues eligiendo aceites de mala calidad. Es importante que sean sintéticos y con poca viscosidad en frío, para que engrasen mejor el motor.

El filtro de combustible, a los 60.000 km

Lo mismo pasa con el filtro. Uno de los consejos más importante para el mantenimiento de un coche diésel es no pasar de los 60.000 km sin cambiar el filtro de combustible. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de que la humedad del combustible pase al sistema de inyección, tanto a la bomba como a los inyectores. Aunque suelen llevar un sensor que nos avisa, siempre es mejor prevenir.

Válvula EGR

La válvula EGR es uno de los componentes más complicados en el mantenimiento de un coche diésel. Esta pieza está diseñada para controlar las emisiones de gases contaminantes del coche, pero muchas veces provoca problemas ya que las partículas de los gases de escape se acumulan. Una buena forma de detectar esta avería es cuando notas pérdidas de brío del motor a bajas revoluciones. Si tienes dudas sobre esta válvula ERG, acude a tu taller de confianza para que la revise y te diga si debes limpiarla o cambiarla.

No revoluciones demasiado el coche

Otro buen consejo en el mantenimiento de un coche diésel es controlar las revoluciones cuando conducimos. Sobre todo, en verano, cuando hace más calor y el motor sufre más. Hay que intentar no revolucionar demasiado el motor, evitando superar las 2.500 – 3.000 rpm. Pero el otro extremo también es malo: circular por debajo de 2.000 rpm o intentar acelerar sin reducir de marcha puede hacer que la válvula ERG tenga una vida útil más corta y que el motor se desgaste antes.

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